Leo Casco Gallardo es la secretaria del IES «Pedro de Valdivia» y se encarga desde hace 10 años del intercambio a Francia, concretamente con la localidad de Nîmes.
Leo cuenta que todo comenzó por internet, en una página donde se ponen en contacto los centros, y fueron los alumnos franceses los primeros en trasladarse a la localidad extremeña. A la hora de preparar las actividades que van a realizar los estudiantes extranjeros y organizar las visitas les enseñan lo más relevante de la región, fundamentalmente Cáceres, Mérida y Trujillo. Los demás días cambian cada año según prefieran actividades culturales o lúdicas.
A principios de curso hacen un cuestionario entre los alumnos de 4ºESO para ver quiénes tienen interés en participar, se inscriben y después hacen una selección, ya que siempre se apuntan más de los que se pueden llevar. Desde hace 8 años hacen el intercambio en conjunto con un instituto de la localidad de Don Benito, el IES «José Manzano». Los alumnos seleccionados son la mitad de cada centro y primero se ponen en contacto entre ellos para fomentar la tolerancia entre los dos pueblos y luego, con los alumnos de Nîmes. Después cuadran las fechas dependiendo de las vacaciones y los festivos que tengan cada uno.
Los alumnos y los profesores utilizan el mismo tipo de alojamiento, es decir; los profesores también van a casas de otros profesores, no se hospedan en hoteles como se hace en otros centros.
En el aspecto económico, siempre reciben subvenciones por parte de la Junta, por lo que los alumnos van prácticamente gratis, teniendo que pagar aproximadamente 40€. El miedo que tiene Leo es que el año que viene con los recortes que están apareciendo en Educación, estas ayudas dejen de existir o sean mucho menores, teniendo que pagar las propias familias el 80% o el 100% de la actividad, que asciende a 250/300€ por persona. Esto traerá como consecuencia que las familias dejen de participar por razones económicas.
La idea de comenzar con intercambios proviene de sus años como profesora en el IES «José Manzano», de ahí la colaboración con este centro en los intercambios en la actualidad. Aunque no salió muy bien el proyecto, decidió probar suerte en su nuevo destino, ya que comprobó que son los propios alumnos los que salen ganando con estas experiencias tan enriquecedoras, poniendo en práctica todo lo que saben, aprendiendo nuevas formas de vida y culturas, afianzando su autoestima y su personalidad y sobre todo, aprendiendo a valorar más lo que tienen en su vida habitual.
«Yo que empecé con este proyecto hace 10 años te puedo decir que es mucho trabajo, pero se compensa porque es una motivación total. Se establece una relación entre profesores y alumnos que de otra manera no se podría establecer; se acercan los padres a nosotros de una forma que no se acercan cuando vienen a pedir informes de notas o comportamiento de sus hijos. Es una satisfación muy grande porque para algunos de los chicos es la primera vez que salen de España; es una experiencia de vida porque aprenden a adaptarse. A nosotros nos parece una experiencia muy enriquecedora y por eso lo seguimos haciendo año tras año, aunque nos vayan surgiendo dificultades. Acabamos uno y ya estamos pensando en lo que vamos a hacer el año siguiente».
Este año, los alumnos franceses llegaron el jueves, y a parte de las excursiones mencionadas anteriormente, visitarán Badajoz y un museo multimedia del queso. Además, cada año se hace un día de convivencia en el que los padres de los alumnos y los profesores preparan comida y lo comparten entre todos.
Gracias a Leo Casco por concederme tiempo para la entrevista.
Inma Martín